Reseña
Con este ensayo, el autor a querido honrar a un genio "de casa" poco conocido y aún menos reconocido, Miguel Servet Conesa, haciéndole precursor y anuncio del pensamiento de un gran filósofo consagrado de renombre universal, éste sí, Benito de Spinoza. Pero al anunciador añade el rematador del pensamiento del filósofo judío, otro aragones y novelista prolífico que podríamos calificar de ser el más representativo de la novela del siglo XX en el mundo occidental... Spinoza es el legado, Servet el que lo barrunta y Sender el que lo confirma y asienta en el testamento del pensar humano.