Reseña

Este libro estudia las ideas y los usos de la demostración en el Occidente bajomedieval, desde la recepción de las tradiciones clásicas en el S.XII hasta la transición del mundo medieval al mundo moderno en el S.XV. Por demostración se entendía la deducción “que hace saber” de modo concluyente. El estudio considera las dos dimensiones envueltas en esta idea de demostración: 1/ su dimensión discursiva, como forma de argumentación; 2/ su dimensión cognitiva y explicativa, como forma de conocimiento. En la primera cobran relieve, por ejemplo, las lógicas y las estrategias empleadas en el ejercicio de probar de poner a prueba, o el contexto de las relaciones entre signos, pruebas y demostraciones o, en fin, el marco institucional de aparición de los primeros profesionales de la argumentación que conoce la Historia de la lógica en Occidente. En la segunda dimensión pasan al primer plano las variaciones en torno a la idea de “scientia” en su doble sentido de cuerpo organizado de conocimientos y de disposición o forma de saber, o las relaciones entre demostración y explicación, y, en general, la distancia que media entre las teorías de la demostración y la práctica de las pruebas. Al moverse en ambas dimensiones, este estudio pretende ser no sólo una contribución al desarrollo de la lógica, sino una invitación al trato con otras historias pendientes en la perspectiva general de nuestras ideas, usos y recursos argumentativos y cognitivos. El final del ensayo es también una suerte de principio: apunta algunas líneas de transición y cambio desde el mundo medieval de las pruebas discursivas hasta el nuevo mundo de la ciencia moderna de los ss.XVI y XVII, que pueden tomarse como sugerencias para una agenda de trabajo más allá de este libro.