Reseña
A los ojos de los lectores en general, el latín es una de las grandes lenguas literarias de la Antigüedad. Pero el latín fue también la lengua de Roma, de Italia y, desde comienzos de la era cristiana, la de los territorios que circundan la cuenca occidental del Meditarráneo, es decir, la lengua de millones de personas de diverso origen y cultura que la empleaban en la intimidad y en los textos de la vida cotidiana. Una lengua así de extendida debía presentar variantes socioculturales, e incluso locales, pero, sobre todo, diferencias respecto de la lengua literaria. Al conjunto de estas particularidades se le llama latín vulgar.
Y es este latín cotidiano, dque evolucionó hasta conformar las lenguas romances, el tema de esta libro. En él se recogen las características de dicho latín con precisión y claridad, addemás de ofecerse una introducción sobre las fuentes de esta modalidad lingüística junto con los principios metodológicos para su utilización, y una reflexión sobre el cambio lingüístico, todo lo cual le confiere un espacio clave entre los estudios consagrados a la materia, y hace de él un manual de especial utilidad hasta para lectores no iniciados que tengan interés por este tema tan apasionante.