Reseña
El interesante periodo que en la pintura francesa abarca desde la época de David hasta la de Ingres y Delacroix ha sido tratada fundamentalmente por la crítica especializada reduciendo su enfoque al estudio de dos tendencias principales: clasicismo y romanticismo, términos que tienden que confundir más que a esclarecer la situación de la época.
El autor se propone clarificar la evolución de la pintura francesa desde la Revolución y a lo largo del periodo napoleónico, partiendo del estudio de los orígenes históricos de las distintas corrientes estilísticas e intelectuales que se encuentran no sólo en las manifestaciones artísticas del siglo anterior sino también en el arte de los siglos XVI y XVII.
Dos tendencias claras se derivan de la obra de Poyssin y de Rubens; el autor sigue el proceso de maduración de una y otra, presentando su consumación en la obra de dos grandes maestros: en el clasicismo refinado y abstracto de Ingres y en el barroco de Delacroix caracterizado por sus temas exóticos y su brillante colorido.