Reseña
En 1827, Franz Schubert reunió a sus amigos en su casa para presentarles una nueva composición: presa de un arrebato de inspiración y genio había musicado los versos del Viaje de invierno del poeta Wilhelm Müller. La posteridad se ha encargado de inmortalizar estos lieder—la expresión poético-musical más genuina del Romanticismo—pero también de relegar injustamente a un segundo plano la vida, obra y talento de su primigenio autor. Andrés Neuman, hoy, lo redime del olvido con una versión extraordinaria de esos poemas.