Reseña
Durante la denominada cultura de Uruk de finales del IV milenio a.C. el sur de Mesopotamia ya había logrado establecer un sistema económico capaz de vincular esta región, deficitaria de recursos, con su extensa periferia, mucho más rica pero menos desarrollada. Este sistema de interacciones se estableció mediante una auténtica expansión colonial de las gentes de Uruk hacia las llanuras del suroeste de Irán (Susa) y gracias a la fundación de enclaves estratégicos situados en las principales rutas de comunicación (Asiria y sureste de Anatolia).