Reseña
Una reflexión sobre la animación a la lectura, un concepto extremadamente difuso y deteriorado, significativo y banal a la vez, útil y sospechoso por igual. Pretende ser un libro conciliador, que no concibe hablar de animación a la lectura sin hablar de educación lingüística y literaria, de la misma manera que al hablar de educación lectora no se habla de otra cosa que de animar a leer. Se trata de amistar prácticas a menudo incomunicadas, incluso hostiles, y quebrar a la vez la falsa dicotomía entre la profundidad asignada al trabajo académico y la trivialidad atribuida a las actividades de animación.