Reseña
Sin duda, la elección y el desarrollo del personaje-narrador de "La vorágine" han sido la base del éxito de la novela. Con Arturo Cova el siglo XX aprendió a imaginar y a descubrir la selva y a interpretar la relación entre el hombre y la naturaleza, relación que en el libro termina con la famosa e inquiteante frase: "¡Los devoró la selva!". La literatura hispanoamericana del siglo XX se ha distinguido por el frecuente uso de primeras personas en las que el autor se escuda y excusa para siempre. Si cuando se publicó el libro era frecuente confundir a Rivera con Cova, y viceversa, con el tiempo Rivera va desapareciendo del texto como personaje y Artura Cova, contradictorio y sospechoso, permanece con su voz rota.