Reseña
La imagen del viajero ha cautivado siempre la imaginación de los hombres: de Odiseo a Simbad el marino, de Marco Polo a Colón. David Constantine presenta una aproximación interior al espíritu viajero en el que los mundos por descubrir aparecen envueltos en el misterio y la fantasía que, muchas veces, no se alejan de la realidad. Piratas, naufragios y epidemias; intuiciones certeras y ruinas apócrifas.
Eruditos y poetas (que desconocen Grecia y que jamás han viajado) entusiasman con sus estudios e imaginación a los aventureros que mediante informes, cartas y relatos propician un apasionado vínculo con la antigua Grecia: Goethe y Schiller leerán a Homero en las costas griegas; Christian G. Heyne buscará Troya y querrá encontrar la tumba de Aquiles, cuyo fantasma, aseguran, ronda entre las ruinas.
Las anécdotas personales y acontecimientos aquí narrados nos revelan una historia que, más allá del frío dato o la cifra, se presenta como un ejercicio imaginativo en el que recuerdos, realidad y anhelos humanos se entrelazan en un estrecho abrazo.
Este libro constituye así una fascinante semblanza del ideal helénico, que nos muestra a pensadores y científicos empeñados en crear una cultura occidental europea que pueda inmortalizarse a través dei infatigable dinamismo del espíritu.