Reseña
En los escenarios teatrales de nuestro tiempo tienen presencia constante los mitos de la tragedia griega, las historias de Antígona, de Edipo o de Electra. La búsqueda de los orígenes de esta cultura actual, con la que estamos familiarizados, lleva hasta el siglo V antes de Cristo, cuando la polis ateniense afirma su identidad política y religiosa en el espejo de la tragedia escenificada.Pero esta época de florecimiento del género dramático, cuando los tres grandes trágicos Esquilo, Sófocles y Eurípides dominaban las fiestas de la democracia ateniense, se basaba a su vez en formas muy anteriores de representación ritual, esto es, en el culto al dios de la fecundidad Dioniso, con sus sangrientos sacrificios.Bernhard Zimmermann traza, en un audaz arco histórico-cultural, los caminos de la tragedia griega desde la oscuridad de la prehistoria hasta el siglo XX. Pero sobre todo proporciona al lector una comprensión profunda de esta forma de drama tan importante para Europa. Esclarece el trasfondo político-institucional y explica la función del mito, que forma la base de contenidos de la obra trágica.Zimmermann elabora su material con ejemplos concretos y con grandes retratos de Esquilo, Sófocles y Eurípides, deteniéndose en las piezas centrales de la tragedia griega y en su repercusión posterior, y reflexionando acerca de cuestiones de la antigua puesta en escena