Reseña
Anne-Louise Germaine Necker, baronesa de Staël-Holstein, más conocida como Madamede Staël, fue una de las grandes cabezas políticas de su tiempo y ejerció una influencia decisiva sobre más de medio siglo de la vida cultural y política en Francia y en toda Europa; influencia no menor, acaso superior, a la de su contemporáneo, amigo y rival Chateaubriand.
Publicadas en 1818, un año después de su muerte, estas Consideraciones sobre la Revolución francesa así lo demuestran. El libro abarca desde la última crisis del antiguo régimen(1788) hasta la caída de Napoleón (1815), y cabe considerarlo el primer gran libro de su tiempo en ofrecer una reflexión de conjunto sobre los sucesos revolucionarios y sus consecuencias, prestando especial atención a la lucha por establecer instituciones sólidas que garanticen las libertades civiles y un equilibrio de poderes que prevenga todo tipo de dictadura, ya sea la de un hombre o la de una clase. En este sentido, Madame de Staël, profunda admiradora de Gran Bretaña, nación a la que consideró siempre el hogar de las libertades políticas, se enfrentó sin contemplaciones tanto al terror jacobino como al autoritarismo de Napoleón.
El trato personal con los principales protagonistas de aquellos años de hierro —algo de lo que ni el mismo Tácito podría vanagloriarse—, junto con su sentido psicológico de novelista vocacional, permite a la autora trazar impagables semblanzas, perspicaces e inteligentes, de un sinfín de hombres y mujeres ilustres de su tiempo. Por las páginas de este libro desfilarán grandes personajes de la historia, desde su siempre venerado padre, el ministro Necker, a Mirabeau, de Luis XVI a Maria Antonieta, de Marat a Robespierre, del general Lafayette a Bonaparte, o de Benjamin Constant a Chateaubriand.