Reseña
A causa de su llamativo color rojo, el cinabrio o sulfuro de mercurio se empleó en diferentes contextos junto con otros pigmentos rojos desde etapas remontables al inicio de la Prehistoria Reciente. La aplicación de técnicas físico-químicas ha posibilitado su reconocimiento y, a partir de él, una lectura comparativa de su presencia en relación con la de otros pigmentos rojos tan abundantes en la naturaleza como las hematites, o su interacción con otros productos y materiales considerados de prestigio, abriendo interesantes interrogantes que iluminan lecturas en clave social, económica e ideológica. En época histórica, el conocimiento de su empleo, mucho tiempo dependiente de las referencias de los autores clásicos, se ve ahora enriquecido por los resultados de la aplicación de técnicas analíticas que, no sólo certifican su empleo en la pintura mural ilustrando su aplicación pura o con mezcla o las posibles causas de deterioro, sino también su uso en la amalgamación de metales nobles.