Reseña
A pesar del famoso ruego adorniano de que los hombres orienten su pensamiento y su acción de modo que Auschwitz no se repita, lo cierto es que el hombre ha continuado con la devastación como si nada hubiese ocurrido, mientras que Dios ha ido sumiéndose en una crisis contemporánea, siendo cuestionado su perfil oficial desde las distintas expresiones artísticas, y desde todas las angustias de lo finito. La fe es un esfuerzo, como lo es aceptar nuestras contradicciones o limitaciones, y como lo es la esperanza, que es el tiempo lento, el tiempo humano que nuestra sociedad de la superabundancia nos niega, negándonos así la gracia de todo lo cercano. Este breve estudio pretende subrayar ese diálogo entre una serie de poetas destacados y el más allá, como una especie de antología poética del bien, de lo noble y lo sagrado. El fin último de este libro no es la felicidad, ni la fe, ni Dios, ni tampoco la poesía. Es el amor. Sólo nos interesa el amor porque ahí estará todo eso y algo más.