Reseña
Este libro, estructurado en cuatro secciones, agrupa «prácticas» a través de las cuales las mujeres se relacionaron de forma eficaz con las artes. El patronazgo femenino entendido como un nexo ransversal que recorre los espacios cortesanos, pensados como lugares y engranajes para el ejercicio del der,que adquiere un trasfondo en clave política. El coleccionismo femenino, resultado de prácticas evocionales, lectoras o coleccionistas que facilitan la creación de espacios propios, ocupados por mujeres, como oratorios, bibliotecas o galerías artísticas. La indumentaria femenina, convertida en Moda, que habla de la percepción de una persona, e interpela sobre quién es y sobre cómo se relaciona con el mundo real. La obra se cierra con cuatro contribuciones bajo el epígrafe Identidades y fronteras donde las prácticas artísticas, dibujan contornos que hablan de la distribución del poder, de una apropiación diferencial del espacio o de otras estrategias de distinción.